viernes, agosto 31, 2007

PLASTICA

XUL SOLAR

El neocriollo fantástico

Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari, Xul Solar, nació en San Fernando, Buenos Aires, 14 de diciembre de 1887 y murió en El Tigre el 9 de abril de 1963. Fue pintor, literato e inventor argentino autodidacta.
Su padre fue Emilio Schulz Riga, nacido en Riga actual capital de Letonia y entonces Provincia de Livonia bajo el poder del zarato de Rusia, y su madre Agustina Solari, nacida en la ciudad de Zoagli, en la provincia italiana de Génova. Durante su estadía en París adopta en 1916 su nombre artístico de Xul Solar, en el cual unifica el apellido paterno ( transformándolo en anagrama del vocablo latino lux, es decir luz, y el apellido materno al cual relaciona con el suelo y el sol), apellido artístico por el cual es conocido posteriormente. A su regreso a la Argentina trabaja como ilustrador para la revista Martín Fierro (1924-1927). Además fue amigo de Jorge Luis Borges. Su casa, en el Barrrio Norte de Buenos Aires, se transformó tras su muerte en el museo de su obra.
Xul Solar fue un personaje excéntrico, versado en religiones, en astrología, ciencias ocultas, idiomas y mitologías. El propio Borges contribuyó decisivamente a que se lo conociera, exaltando su figura singular, antes que su obra. Borges hizo saber que Xul era inventor de una panlengua, que de algún modo reflejaba todas las lenguas de la Tierra, y correspondiente con ésta, de una lengua argentina específica a la cual ha llamado neocriollo.
También había inventado un panajedrez, en el que los escaques convencionales son más, situados en varios tableros dispuestos verticalmente y que se relacionados con las constelaciones y los signos zodiacales. Según Borges, Xul había creado varias cosmogonías en una sola tarde.
La pintura de Xul Solar es fantástica, antes que surrealista, como a veces se la definió. Cuerpos, máscaras, astros, cúpulas, ojos, banderas, escaleras, edificios, figuras precolombinas, signos de todas las religiones, flotan en el espacio, sin apoyatura en una suerte de bricolaje. Recuerdan al arte primitivo rupestre. Y sugieren la realidad como una serie de visiones sin tiempo ni espacio. Son obras cromáticamente intensas aunque generalmente de formato pequeño.

www.slide.com/r/FotEC6Qe3j8ZZ5sPwZc90JGcHc4jwRgg?view=original


domingo, agosto 19, 2007

MUSICA

"MAS DEL BARRO"
Rock hecho por pampeanos
Foto: Miguel Moreira.

“CatalinaTom” presentó “Más del barro”. Y las casi quinientas personas que colmaron el Aula Magna el viernes 17 de agosto se llevaron una sensación: el disco no es más que un disparo de rock pampeano, hecho y cocinado en casa.
Los Catalina son el producto de la generación de los noventa que creció escuchando Sumo, Divididos, Rolling Stones, Tom Waits, Pearl Jam, Jimi Hendrix y el mejor blues hecho en el mundo. “Más del barro”, el primer hijo musical, dejó además un sello de pertenencia a esta llanura que sirvió de trampolín para llegar a la meca del rock nacional, aunque sea mostrando las credenciales de un pasado incógnito: Buenos Aires. El efecto BA fue, sin dudas, el disparador final para que este disco (conceptualmente muy bueno) esté hoy en la calle con nueve canciones.
Pero sin desprenderse de ese lazo que los une, indefectiblemente, a un lugar mal catalogado de guitarreros y poetas tristes.
Juan Ignacio De Pian, una rara mezcla de cantor urbano mutado al personaje salido de la Escuela de Rock que tan bien interpreta Jack Black, acepta su rol de showman y canta cada vez mejor.
Es la mitad del cerebro de Catalina, la cara visible de una criatura de cinco años. La otra mitad la propone el guitarrista Mauricio Flores, con pasaporte ya al Hall de la Fama de la música doméstica. Es tan grande lo que hace Flores en sus solos, que es capaz de sostener y conducir musicalmente este ómnibus, por momentos transformado en un tren a todo vapor.
De Pian hablaba de fortuna. Porque mucha gente adoptó a Catalina como propia y está bien.
Un óleo nuevo para el mural, nunca suena mal. Y en esa pintura gigante, De Pian halló los colores primarios: Juan Pedro Dominicci (exquisito con la guitarra clásica en “Son of the beach” y “El águila que llora”), Pablo Ardovino y Nazareno Ribeiro, siempre equilibrados en un termómetro de mercurio que nunca se revienta.
Flores entra una y otra vez en el estado de éxtasis en el que parecen estar todos los CT, cuando grita en solitario en “La Dancera” y en ese visceral blues que es El Vago, en un homenaje sentido a Bustriazo Ortiz.
Si bien el concierto fue rock crudo y puro, los picos más altos llegaron en la intimidad, con De Pian sentado en el piso para el Aguila y el son, y sobre todo en esa zamba con reminiscencias floydeanas. Cuando la puerta se abrió, “CatalinaTom” la atravesó y firmó su mensaje musical, un mensaje de rock vernáculo que les pertenece a todos.

Nota: Sospecho que estoy cansando ya con CT y con este capítulo cerraré una historia. Pero era necesario terminar bien una buena comida después de la entrada, el plato principal, no podía perderme el postre.

miércoles, agosto 15, 2007

Libros

"El informe de Brodie"

Si alguien como yo hasta ahora no leyó a Jorge Luis Borges y quiere acercarse, les recomiendo que lean "El Informe de Brodie", once cuentos simples, desnudos y llevaderos. Ahí refleja su pasión por las historias de los duelos de los personajes de pueblo, que tan bien reproduce. Es de 1970, en una etapa de su vida en la que regresa a las historias domésticas.
En dos de esos cuentos -de hecho lo dice en su prólogo y deja que el lector devele esa incógnita al final-, "Juan Muraña" y "El Encuentro", Borges logra de manera estupenda otorgarle vida fantástica al puñal. Es un libro corto y alguna edición usada se puede conseguir por 12 pesos en Santa Rosa.
Si bien "Juan Muraña" y "El Encuentro" son dos relatos estupendos, a mi me gustó mucho "El Evangelio según San Marcos".
Les paso el link: http://sololiteratura.com/bor/borelinformelibro.htm



sábado, agosto 04, 2007

Música


"Más del Barro", un disco made in La Pampa

"CatalinaTom" prepara su primer gran desafío musical con "Más del Barro", su disco debut de estudio, cuidado al detalle y horneado en casa con la complicidad del ingeniero Ariel Malizzia y los estudios "InterM".
Contar cosas de "CatalinaTom" y su disco es contar el presente de una formación vanguardista que supo capturar el legado de la música vernácula que bien capitalizó Juan Ignacio De Pian, después de atravesar diferentes proyectos tierra adentro y tierra afuera. Llegó, acaso, en el momento de mayor madurez musical de un artista que encontró en el instante preciso a tres músicos completos: Nazareno Ribeiro (bajo), Pablo Ardovino (batería) y el exquisito Mauricio Flores (guitarra).
De Pian escribió con el sentimiento de una realidad con mundos diferentes, desde el sonido urbano de Buenos Aires hasta su Santa Rosa llana, con una historia irremediablemente inspiradora que supo tomar de los grandes poetas y músicos que habitaron y habitan este suelo.
Por eso el homenaje a Bustriazo Ortiz en una versión impactante de "El Vago"; por eso el ruego a modo de protesta de la problemática de las aguas y la pregunta al unísino de su destino: "¿Dónde está ese río Salado?".
El rock "eStar" se conecta a los orígenes de una formación que se metamorfoseó hasta tener un sello propio. Fue cuando De Pian imaginó las melodías en su cabeza para crear una fusión made in La Pampa, diferente de las fusiones de los artistas contemporáneos de rock argentino, muchas veces con propuestas demagógicas que pretenden demostrar que un charango puede emparentar el rock con un carnavalito.
El combo de CT es jugoso. "A marga" es una milonga con participación de Alberto Mansilla en bandoneón. A De Pian le sienta tan bien el arrabal que es capaz de transportar a sus receptores a un viaje supersónico e imaginario por las calles de San Telmo.
En "Necesito una luna" hace partícipes al coro de niños de Sylvia Zabzuk, en un gesto que lo conecta con la cantautora misionera, de quien aprendió muchos secretos a la hora de transmitir vocalmente sus interpretaciones.
"La dancera" es, acaso, la canción más bella del disco. Y tanto aquí como en la milonga, hay una gran participación en los arreglos de Nazareno, criado musicalmente en el folclore y el tango. La zamba con acordes bluseros es un deleite, sobre todo cuando Flores dispara sus notas en soledad. Es el "Flower’s time" del disco y el guitarrista se esmera en aprovechar cada segundo a tope. Alvaro Torres, ex tecladista de Los Piojos, se suma a este viaje y es un pasajero que no pasa desapercibido. Por eso se acopla perfectamente sin romper el estado de éxtasis en el que parecen estar cada uno de los Catalina. El mismo éxtasis que disfruta en un escenario, es el que depositará a la banda en la carretera popular, cuando la música deje de pertenecerles para viajar por el mundo: "From Santa Pampa, La Rosa".


Aquí les adelanto un par de los nueve temas que tendrá el disco:
"Milonga a Marga": www.goear.com/listen.php?v=2f8e732
"eStar": www.goear.com/listen.php?v=a7bd648








jueves, agosto 02, 2007

MÚSICA

JAZZ

Mingus tiene el swing en la sangre

Empecé escuchando jazz hace un tiempo y pasé por muchos artistas del género, del 50 al 70. Desde Miles, hasta Coltrane, Adderley, Charlie Parker; conocí los históricos como Louis Armstrong, Duke Ellington y los contemporáneos, como Herbie Hankock. Todos ellos, por citar sólo algunos, me llenan el alma y cubren espacios vacíos. Pero Charles Mingus me fascina. Cada cosa que hizo como sesionista o band lider, me conmueve. Un disco altamente recomendable es “Money Jungle”, con Max Roach en batería y Ellington en piano. También me gustó mucho “Tijuana Moods”, un disco doble reeditado. Pero uno de mis preferidos, de esos a los que vale la pena ponerle cinco estrellas, es “Blues & Roots”, grabado el 4 de febrero de 1959. Mingus lidera una formación en donde Mal Waldron sobresale en el piano, Dannie Richmon brilla en la batería y los vientos aportan un sonido inigualable con los saxos altos John Handy y Jackie McLean, Ervin Booker en tenor y Pepper Adams en barítono, además de los trombones de Willie Dennis y Jimmy Knepper.
Si quieren mover sus pies al ritmo de los platillos o el contrabajo de Mingus, éste es un disco recomendable.
Hay blues, espiritual, gospel y hasta dixieland, en un tributo a Jelly Roll Morton (para muchos el padre del jazz) con My Jelly Roll Soul. Particularmente a mi se me transforman las venas cuando escucho “Moanin’” y “E’s flat Ah’s flat too”. Pero no hay desperdicio en esta otra obra maestra del genio.